La transgresión y libertad creativa de Maruja Mallo salen del olvido con una gran muestra en Santander | Cultura | EL PAÍS
[EL PAÍS] Ramón Gómez de la Serna la llamaba brujita, meiga y pitonisa. Dalí la piropeaba a su manera diciéndole que era “mitad ángel, mitad marisco” y Buñuel nunca le perdonó que ella le venciera en un concurso de blasfemias. La arrolladora personalidad de ...